Cuando un deseo se hace realidad, también pueden suceder muchas más cosas.
Un corazón puede abrirse. Un espíritu puede sanar. Y un niño que necesita fuerza puede encontrar voluntad.
Royal Caribbean® se enorgullece de asociarse con Make-A-Wish®, una organización increíble que concede los deseos de niños con enfermedades graves. Y en abril, toda nuestra flota participará en el Mes de Make-A-Wish. Todo el dinero recaudado va directamente a Make-A-Wish. Ninguna donación es demasiado pequeña. Y cuando se trata de estos niños con méritos y sus familias, juntos, podemos convertir las ilusiones en creencias firmes.
Cuando un deseo se hace realidad, también pueden suceder muchas más cosas.
Un corazón puede abrirse. Un espíritu puede sanar. Y un niño que necesita fuerza puede encontrar voluntad.
Royal Caribbean® se enorgullece de asociarse con Make-A-Wish®, una organización increíble que concede los deseos de niños con enfermedades graves. Todo el dinero recaudado en nuestra flota va directamente a Make-A-Wish. Ninguna donación es demasiado pequeña. Y cuando se trata de estos niños con méritos y sus familias, juntos, podemos convertir las ilusiones en creencias firmes.
Cada niño que tenga un deseo y su familia inmediata reciben un camarote gratuito a bordo.
Concedemos deseos que infunden fuerza a los niños para luchar contra enfermedades graves.
Transformemos las vidas de los niños, sus familias y sus comunidades.
El deseo de Troy, de nueve años, de navegar a bordo del Icon of the Seas℠, se hizo realidad. Disfrutó de sorpresas especiales, como encuentros VIP en “the best shows ever!” e incluso pudo jugar con Rover, nuestro oficial canino jefe a bordo. Troy y su familia están eternamente agradecidos por el viaje de su vida.
El deseo de Reilly, de catorce años, de viajar en crucero a Alaska se hizo realidad a bordo del Quantum of the Seas®. Quedó maravillado por los imponentes glaciares, los viajes en tren y la vida silvestre. Además, se divirtió muchísimo a bordo con los autos de choque, disfrutando sus comidas favoritas y más. Nunca olvidará las vacaciones que lo hicieron sentir “como un verdadero rey”.
Para Maddie, de cinco años, cuando su deseo de hacer un viaje en crucero se hizo realidad, también se hicieron realidad sus sueños más locos. Durante 8 días, se divirtió muchísimo compartiendo momentos en la piscina, patinando sobre hielo y comiendo todas sus comidas favoritas. Todo en un viaje que ella y su familia atesorarán por siempre.