Caribbean ABC Islands Aerial View
Caribbean ABC Islands Aerial View

ARUBA, BONAIRE Y CURAZAO: EL ARCHIPIÉLAGO DE LA DIVERSIÓN EN EL CARIBE

Descubre tres de las islas más deslumbrantes del mundo cuando explores "las islas ABC del Caribe", todas dotadas de un sinfín de culturas, sonidos y sabores.

Última actualización: 06 de febrero de 2020 a las 02:12 p. m.


Este trío ganador de islas caribeñas se ha hecho famoso por acoger distintas culturas y brindar algunos de los paisajes más icónicos en los trópicos. Aruba ha alcanzado la fama por su vivaz espíritu caribeño, mientras que Bonaire es reconocida por su vibra de tranquilidad y entornos apartados. Curazao se destaca por su colorida arquitectura e impecables playas de revista.

 

Aruba

Aruba, sin duda alguna, es una de las mejores islas caribeñas para visitar y disfrutar de la fabulosa fusión de diversas culturas, que incluyen influencias indígenas, españolas, africanas, holandesas y sudamericanas. Esta isla es un crisol de casi cien nacionalidades y dos idiomas oficiales: el holandés y el papiamento, aunque muchos residentes hablan otros, entre ellos, inglés y español. La cultura arubeña se centra en un espíritu de celebración y deapreciarr la diversidad de la isla.

Verás un destello de ese popurrí de culturas al recorrer galerías de arte como Unoca, teatros como la Cas di Cultura, y lugares como el Museo Arqueológico Nacional de Aruba, el Museo y Fábrica del Aloe, o incluso, la tienda de rones y licores The Arubian Taste. También puedes visitar Cosecha, el edificio centenario de Oranjestad repleto de objetos de arte y artesanías locales, y al Centro Creativo adjunto, donde ofrecen clases de arte. La música arubeña es también producto de la hermosa fusión de culturas diversas cuyos ritmos incluyen calipso, tumba, música de latón y los famosos bailes con música roadmarch. Este último es característico de la época de carnaval, pero podrás disfrutar todo el año de alegres fiestas callejeras, disfraces impresionantes, música local y desfiles creativos. El Festival Bon Bini de Aruba tiene lugar todos los martes, y es perfecto para apreciar música y bailes folclóricos. Los jueves por la noche le toca al Festival Caribeño, con la presentación de artistas, y puestos de comida y artesanías. Cabe mencionar también la celebración de Dera Gai, el Festival de Jazz del Mar Caribe y el Festival de Música del Verano en junio.

Al igual que las artes y la cultura, la cocina arubeña es un casamiento de sabores caribeños, holandeses, africanos y latinoamericanos. Al menú se incorporan mariscos siempre frescos, deliciosas frituras, guisos nutritivos y sabrosas sopas. Encontrarás por toda la isla platillos básicos como pan bati (pan sin levadura dulce y suave), stobá di cabrito (guiso popular de cabra) y keri keri (deliciosa sopa de pescado). En cuanto a bebidas, podrás disfrutar de una gran variedad de cervezas (Balashi es la más popular) y cócteles, como el Aruba Ariba, con su distintivo color rojo. Para el postre, prueba el bolo di banana, un rico pudín de plátano, o saborea un pan bollo, un delicioso pudín de pan con salsa al ron, acompañado de helado de vainilla.

No dejes de ir al norte de Aruba para visitar el Parque Nacional Arikok, una joya de la naturaleza, con sus senderos de excursionismo y varias formaciones geológicas, como lava, cuarzo y calizo. También verás algunas de las pinturas indígenas más antiguas de Aruba, realizadas por los arahuacos, así como minas de oro y ruinas de algunas plantaciones de antaño. Cerca del parque está también el jardín rocoso de los deseos, donde puedes construir torres con piedras que, según la creencia, concederán tus deseos. Dirígete al sur y llegarás a las islas de arrecifes de la bahía de San Nicolás, lugar perfecto para ver al charrán de Cayena y otros pájaros tropicales. Y a poca distancia de Playa el Águila (también conocida como Eagle Beach), el Santuario de Aves Bubali alberga más de 80 especies de aves.

Aruba es conocida por su abundante y colorida arquitectura, que encontrarás por todas partes durante tu crucero al Caribe Meridional, en ruta a Oranjestad, la capital de la isla. Los edificios holandeses albergan de todo: restaurantes, tiendas y bares, donde podrás sentir lo que es vivir como un lugareño. Puedes ir a pie hasta el parque Guillermina, que honra a la Reina Guillermina de los Países Bajos con una escultura de mármol blanco brillante, y ver el faro California, que es uno de los monumentos más famosos de Aruba. El faro fue terminado en 1916 después de que el barco de vapor California naufragó en las cercanías a finales del siglo XIX. Otro ícono arquitectónico que no puedes perderte es el Antiguo Molino de Viento Holandés, reliquia de la época cuando Aruba pertenecía a Holanda, que ahora es un restaurante muy frecuentado.

Si quieres intentar hablar papiamento empieza por "con ta bai?" (¿cómo estás?), "danki" (gracias) o "hopi bon" (muy bien). La moneda de Aruba es el florín, pero todos los establecimientos de la isla aceptan dólares de EE. UU. Las propinas por lo general son opcionales, aunque algunos bares y restaurantes incluyen un cargo por servicio de 10 a 15% en la cuenta. También es importante saber que, en Aruba, el agua del grifo se puede beber ya que está entre las más limpias del mundo, lo cual es una gran ventaja para combatir el sol tan fuerte que azota la isla. ¡Mantente hidratado!

Bonaire

Inmigrantes de la India, África, Asia y Europa conformaron lo que hoy es Bonaire, y los isleños mantienen vivas muchas de las tradiciones que trajeron sus antepasados. Las celebraciones religiosas y los días festivos son la esencia de la cultura de Bonaire. Su música se caracteriza por sus vivaces sonidos tribales, instrumentos improvisados y ritmos modernos.

En tu crucero por el Caribe Meridional a Bonaire, te deleitarás con suculentos platillos que a menudo incluyen mariscos y cabra. Muchos se acompañan con fungi (una especie de polenta), arroz y frijoles, y bastantes plátanos fritos, mostrando la influencia latinoamericana. La influencia africana es palpable en la cocina de la isla, por ejemplo, en platillos como el guiambo (una sopa de quimbombó y mariscos). Otra delicia que debes probar es la cocada, un dulce postre de coco elaborado con azúcar, vainilla y esencia de rosas. Para una experiencia gastronómica típica de Bonaire, visita Posada Para Mira en Rincón, y prueba las albóndigas de pescado y el guiso de iguana, o dirijite a el restaurante Brass Boer, que ofrece platos de inspiración asiática, como su famoso aguacate con pescado y especies de Indonesia.

Algunos de los instrumentos elaborados por bonairenses incluyen el bari, un tambor hecho con un pequeño barril de ron cubierto con piel de oveja, y el chapi, un instrumento de percusión elaborado con el extremo metálico de una azada, que se golpea con una barra de metal. También se utilizaban cuchillas de arado, caracolas e incluso mandíbulas secas de burro con dientes para producir sonidos musicales. Los bailes tradicionales de Bonaire son el bari y el simadan, pero a los lugareños también les gusta bailar la polka, el merengue, el vals de jazz y la carioca. El bari se baila en épocas de festival con un cantante principal que improvisa la letra. El simadan, en cambio, se canta en tiempos de cosecha, que toma lugar desde febrero hasta abril.

Al ser Bonaire un paraíso para los amantes de la naturaleza, la industria turística lidera los esfuerzos de conservación. No dejes de visitar Gotomeer para admirar los flamencos, el ave nacional de Bonaire, en su hábitat natural. Otra visita recomendada es el Parque Nacional de Washington Slagbaai. Puedes tardar todo un día para verlo todo, así que pasa primero por el museo y centro para visitantes para que planifiques tu recorrido. Bonaire cuenta con nada menos que 22 playas y te brinda la oportunidad de disfrutar tanto de sus arenas suaves y finas como de sus costas escarpadas. La playa Atlantis es ideal para quienes practican kitesurf, sueñan con arena blanca y fina o disfrutan de largas caminatas por la orilla, mientras que la playa Te Amo es de aguas tranquilas, orilla arenosa y tiene cerca lugares perfectos para hacer snorkel. Dentro del Parque Nacional de Washington Slagbaai está la playa Chikitu, una ensenada apartada con dunas de arena blanca, aguas luminiscentes y nidos de tortugas marinas. Debes ser cauteloso allí, pues las corrientes en Chikitu son fuertes y está prohibido nadar.

El riesgo de tormentas tropicales es muy bajo en Bonaire. La temperatura oscila entre 73 y 77 grados Fahrenheit (22 y 25 centígrados). La temporada más calurosa es de mayo a octubre, pero los vientos alisios envían brisas a la isla y la temporada de lluvia es corta: de octubre a diciembre. Para tu comodidad, lleva ropa liviana de algodón y calzado que permitan la ventilación. Procura llevar en tu bolso suficiente protector solar y una botella de agua para mantener un buen nivel de hidratación.

Curazao

Al igual que sus islas hermanas en la cadena de islas A-B-C del Caribe, Curazao tiene una variedad de culturas, pero es en Curazao donde se nota claramente una mayor influencia holandesa, puesto que esta isla sigue siendo parte del Reino de los Países Bajos. El papiamento y el holandés son los idiomas oficiales, aunque muchos lugareños también hablan inglés y español.

Si bien la cocina holandesa constituye la mayor influencia sobre los platos de Curazaoa, las influencias afro-caribeñas, venezolanas e indonesias también están presentes. Uno de sus platos básicos, el piska ku funchi, consiste en polenta, plátano frito y ensalada. El pescado más popular en Curazao es el pargo del golfo y lo encontrarás en muchos platillos. Pero si lo que te apetece es algo dulce, prueba una arepa di pampuna, un panqueque de calabaza que se come entre comidas o de postre.En Curazao, la calabaza se consigue todo el año, por lo tanto es un ingrediente que se utiliza en muchos platillos. Acompáñalos con una cerveza Polar o Amstel, dos de las favoritas entre los lugareños.

En cuanto a música se refiere, a Curazao se le conoce por la tumba, un género muy popular en la época de carnavales, con abundante sonido de congas. Entre los bailes se incluyen valses, danzas y mazurcas.Con el tiempo, lo innovador ha sido incorporar en la música tradicional los sonidos de la música cubana y dominicana, como el bolero, merengue y guaracha. Para bailar al son de música curazoleña, date una vuelta por lugares como Blues Bar, Hofi Fidel y Kokomo Beach.

La capital de Curazao, Willemstad, cuyos pintorescos y coloridos edificios frente al agua hacen recordar la ciudad de Ámsterdam, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las amplias plazas europeas, los mercados vibrantes y los puestos artesanales multiplican la vibra de esta alegre ciudad, en contraste con los diseños minimalistas de lugares como el Hotel Papagayo.

Entre los sitios que debes conocer está Christoffelpark, un parque protegido que ostenta el pico más alto de la isla a 375 metros sobre el nivel del mar. Allí podrás ver antiguas plantaciones, ruinas de mansiones y dibujos de la antigüedad. Las Cuevas de Hato es otro punto de interés que debes visitar para admirar las estalactitas, estalagmitas, cascadas y lagos subterráneos. En lo que a playas se refiere, tanto Cas Abao, Playa Lagun, Playa Santa Cruz y Playa Santa Bárbara te brindan sendas de arena blanca a orillas de un mar plácido, perfecto para nadar, hacer snorkel o simplemente para relajarte y descansar.

Al igual que las otras dos islas, el clima en Curazao es cálido, así que empaca los atuendos adecuados. Lo ideal es llevar ropa cómoda y ligera, así como calzado que permita la ventilación. Se recomienda alquilar un vehículo para conocer bien la isla, así que no olvides tu tarjeta de crédito. Curazao se considera un lugar seguro, pero siempre aconsejamos que seas precavido y mantengas tus pertenencias cerca.

Previewing: Promo Dashboard Campaigns

My Personas

code: