NO PODRÁS CREER LO QUE VEN TUS OJOS

Crucero a Bahía de los glaciares (en navegación), Alaska

Con una extensión de casi ocho millones de kilómetros cuadrados de exuberantes selvas tropicales, elevadas montañas y glaciares ancestrales, el Parque Nacional y Reserva de la Bahía de los Glaciares es el corazón salvaje de Alaska. Aquí te aguardan unas vistas impresionantes, desde las cristalinas aguas del fiordo que da vida a la bahía Lituya hasta las sobrecogedoras masas de hielo de los glaciares Margerie y Johns Hopkins. Al navegar estas aguas turquesas, presta atención a las ballenas, a los alces que pastan en las orillas de la costa y a los osos que pescan desde la costa. Mantén la cámara lista para el disparo, para capturar los imponentes picos del monte Fairweather y el monte Barnard, que son el telón de fondo de esta belleza oceánica.

Qué hacer En la Bahía de los Glaciares

Adéntrate en plena naturaleza

La Bahía de los glaciares da cobijo a una diversa fauna terrestre, marina y aérea. Ten los prismáticos a mano y no te despistes si quieres ver a las focas pasear sobre las banquisas, a las ballenas chapotear en el agua y a los osos deambular por las orillas.

Alaska Glacier Bay National Park Mountains

Recuerda traer la cámara

Como la Bahía de los glaciares te ofrece un laberinto de paredes glaciares de un intenso color azul en el que estarás rodeado de fauna silvestre, ¡no sabrás qué fotografiar primero! Admira el glaciar Margerie y su imponente apariencia de un color azul hielo, reflejo de las aguas que bañan la ensenada, sin olvidar al glaciar Johns Hopkins, con las impresionantes cordilleras montañosas de picos nevados al fondo. No dejes de capturar el cielo gris que rodea los glaciares, ya que es verdaderamente conmovedor.

Un paraíso para los amantes de las aves

Si te apasiona el avistamiento de aves, asegúrate de tener tus guías y listas turísticas a mano. La Bahía de los glaciares alberga más de 274 especies de aves, así que no hay forma de que no observes a algunos de estos fantásticos voladores. Cuando pases por Bartlett Cove, presta atención a los adorables frailecillos y reyezuelos rubí; aunque son pequeños, podrás verlos gracias a las plumas rojas que tienen en la parte superior de la cabeza.