Western Mediterranean Cruise 7 Noches • Roma (Civitavecchia), Italia • Legend of the Seas

La Ciudad Eterna perdura con aventuras interminables, por lo que definitivamente vale la pena explorarla antes de tu crucero desde Civitavecchia. Roma se ubica a apenas una hora del puerto en tren, por lo que pasar unos días aquí resulta fácil y conveniente. Comienza cada mañana con un cappuccino espumoso y un cornetto de hojaldre tibio en un café al aire libre y observa cómo se despierta la ciudad. Luego, dirígete a Palazzo Massimo, hogar de una de las colecciones de arte antiguo más grandes del mundo. O visita los baños termales de Diocleciano, donde puedes ver dos tumbas antiguas decoradas que datan de principios del siglo II d. C. Y por supuesto, ninguna visita a Roma está completa sin un viaje al famoso Coliseo, lugar que alguna vez fuera escenario de combates de gladiadores, representaciones de batallas y dramas romanos. Si eres un amante de la comida, estás en la ciudad correcta. En la gastronomía romana, todo está en los sabores simples, frescos y sin decoraciones. Piensa en una pizza con masa delgada y crujiente preparada en hornos de leña, en pasta casera acompañada con salsas sencillas, en verduras fritas crujientes y en exquisitos pasteles para el desayuno, a menudo rellenos con crema.

El crucero zarpa puntualmente a las 8:00 p. m., así que planifica llegar al menos 2 o 3 horas antes para realizar el check-in y el embarque. Durante este período, muchos de los servicios del barco están abiertos y en funcionamiento, así que no dudes en comenzar tus vacaciones temprano.

Nápoles es la tercera ciudad más grande de Italia y una de las más antiguas, que combina la extensa historia y el estilo moderno. Conoce el extravagante Palacio Real de Nápoles, el antiguo hogar de la familia real, con sus hermosas tapicerías y frescos. Visita un café en la calle del distrito de Sanita y disfruta un vaso de vino y una porción de la clásica pizza margarita.

Barcelona está llena de cultura y aventuras. Maravíllate ante las fachadas modernistas diseñadas por el célebre arquitecto catalán Antoni Gaudí. Pasea por los extravagantes senderos del jardín del Parque Güell. Toma una clase de cocina catalana en manos de un chef, disfruta de las vistas de toda la ciudad en lo alto de la colina de Montjuïc, hasta puedes nadar con tiburones en uno de los acuarios más grandes de Europa.

Palma de Mallorca es el lugar perfecto para sumergirte en la historia y belleza. Viaja en el tiempo hasta el siglo XIV en el Castillo Bellver, con su combinación de arcos árabes y la fortificación inspirada en los romanos. Monta una ola en la arena dorada de la playa El Arenal. A continuación, deléitate con cocarrois, una variante local de las empandas, o refréscate en los tranquilos jardines y ruinas medievales de los Baños Árabes del siglo X.

Comienza tu aventura marsellesa en el puerto, donde los barcos pesqueros y los yates se balancean juntos y el mercado de pescadores Quai des Belges continúa ofreciendo la pesca del día. Después sube al tren turístico en el Quai du Port para emprender la subida empinada rumbo a la basílica neo-bizantina Notre-Dame de la Garde. Visita el museo MuCEM donde podrás rastrear las primeras huellas de la historia mediterránea y, a continuación, relájate junto a la columnata en forma de media luna y la fuente en el Palais Longchamp.

Mientras viajas a Florencia o Pisa, disfruta del paseo turístico a través del famoso campo toscano con sus colinas, olivos y cipreses, junto a sus pueblitos medievales. Después de subir a la torre inclinada de Pisa, descubre el ambiente de las piazzas (plazas), la blanca, la rosada y la roja. En Florencia, la cuna del Renacimiento, puedes maravillarte con las pinturas en la Galería Uffizi y cruzar el famoso puente Ponte Vecchio, repleto de boutiques locales para que investigues.

Con 28 siglos de historia celebrada, Roma lleva la ventaja cuando se trata de aventuras sin igual. La ciudad que encendió el imperio más grande del mundo está muy viva hoy en día con un revoltijo de antiguas ruinas, arte de renombre mundial y vibrante cultura callejera. Aquí puedes vivir la dolce vita, recordando los días de gloria de la antigua Roma y los tenedores girando llenos de pasta en una trattoria. Pasa por las basílicas centenarias en un Ape Calessino de tres ruedas o admira las pinturas de los maestros italianos en Villa Borghese. Ya sea el encanto espiritual de la Ciudad del Vaticano, los encantos de Trastevere o el legado del Coliseo: La Ciudad Eterna perdura con interminables aventuras.

Puede que el crucero haya terminado, pero aún quedan algunas actividades fantásticas para disfrutar en la zona. Si llegaste a este puerto en avión, ten en cuenta la hora de salida de tu vuelo y planifica en consecuencia.